Humildad y devoción de la Virgen - 20/05/2013
Estaba
en el Istic, realizando labores administrativas para Ama, sonó la
alarma para la oración y así lo hice, me puse de pie y comencé el
rosario a Jesús de la misericordia, estaba apoyado en la ventana, y vi a
la Virgen y a Jesús.
La Virgen estaba en posición de oración y humildad, Jesús me miraba y yo le miraba, seguí rezando hasta que la Virgen me dijo que adoptara una actitud y disposición más humilde en la presencia de Jesús. Hasta ese momento no había caído en la necesaria disposición de humildad, a pesar de las muchas veces que la Virgen me había dejado verla. No fue hasta que me llamo la atención, que no caí en la disposición errónea de mi actitud. Pero en mi defensa sólo puedo decir que estaba extasiado con la visión de los dos.
La Virgen estaba en posición de oración y humildad, Jesús me miraba y yo le miraba, seguí rezando hasta que la Virgen me dijo que adoptara una actitud y disposición más humilde en la presencia de Jesús. Hasta ese momento no había caído en la necesaria disposición de humildad, a pesar de las muchas veces que la Virgen me había dejado verla. No fue hasta que me llamo la atención, que no caí en la disposición errónea de mi actitud. Pero en mi defensa sólo puedo decir que estaba extasiado con la visión de los dos.