Game over

 
  Game over  -  17/11/2015
El juego ha terminado, me dijeron, el juego de la ilusión, de los proyectos, de las ideas por realizar. Deja de Proyectarte al futuro,  mantente en la presencia, en el silencio del corazón.

Abandona la recreación mental y emocional de los acontecimientos, abandona la imaginación de los dramas diarios y abraza la oración del corazón, agárrate a los pies del Señor.

Deja de lado los hábitos y costumbres que nublan la comunión con Dios.

Céntrate en el silencio del corazón, vive con los pies en la tierra y el corazón en la eternidad.

Ha terminado el juego, esta realidad se disuelve.

Llega la edad de la comunión con Dios. Ya está aquí el morador eterno, la presencia insondable que desea recuperar su identidad infinita en ti.

El sonido eterno que todo lo permea vibrara fuera y dentro de cada ser, de la mano del séptimo Ángel.

Sigue los zumbidos en tus oídos, céntrate en el fuego que arde y arderá en tu corazón y en tu cabeza.

Ha llegado el tiempo de los cuatro elementales y sus elementos. Que vienen a purificarlo todo dentro y fuera de cada uno. El agua, la tierra…

Ha llegado la hora.

17/11/2015

Ha llegado la hora de la transmutación de la vida de la conciencia y del corazón.


 17/11/2015

 El sistema solar y con él la tierra vive un proceso de transformación, ha llegado la hora de la transmutación de la vida de la conciencia y del corazón.

Ha llegado la hora del  renacimiento en las esferas celestiales y del encuentro con el Amado.

El corazón del uno se manifiesta en cada conciencia, para que cada cual viva en el corazón de Dios. La conciencia universal como realidad del amor, de la presencia una en el Corazón del espíritu, nos abre a la realidad de nuestro ser, a la realidad de nuestra esencia cósmica.

Los velos que nublan la conciencia caen, para despertar en nosotros la realidad de lo que verdaderamente somos.

Fluyendo en la presencia de la luz, vivificando nuestra conciencia en el canto de la eternidad, es el tiempo de la llamada al Silencio, a la verdad del fuego sagrado del Amor, irradiando del el centro del corazón.

Llamas eternas al encuentro de nuestra verdad, del sentido del amor incondicional, sin sentido de la propiedad ni pertenencia. Descubriendo la esencia del cristal irradiante de la presencia, en eternidad y lejos de toda ilusión, libres y sin límites, en el infinito espacio de amor de nuestro corazón, de nuestro ser.

Ha llegado el tiempo de la liberación interior de todo aquello que nos condiciona.
Ha llegado el tiempo de la caída de los velos de la ilusión, delante de la pureza de la luz y de la emanación de la presencia interior. Revelándose en cada uno el esplendor de las vestiduras superiores y la majestad de lo que fue ocultado.