Ayuda Angélica - 7/09/2014
Estamos
en la Iglesia del Cristo, oficia EGDO, la verdad es que me despista con
su exuberancia. Algunas veces he tenido el impulso e marcharme mientras
oficia, debido a mi rechazo interior aunque es una percepción errónea e
impura de su verdadera realidad.
El señor del amor no dejo pasar la oportunidad de mostrarme que su presencia no depende de nada, ni de nadie, sólo de su misericordia.
En el tiempo de la consagración me vi sorprendido por una luz con forma de balón brillando delante del altar, como a tres metros en alto. En el altar dos ángeles solícitos ayudaban, uno de ellos llenaba con su presencia y luz espiritual a EGDO, y el otro le ayudaba a colocar los objetos del culto. Los dos santificaban el Rito Místico.
Me avergüenzo de mis malos sentimientos y rechazo, lo vi como un alma que sufría y pugnaba en su interior por mostrar la grandeza del Cristo, me regocije ante la misericordia divina ante mi flaqueza.
La sangre y el cuerpo de Cristo brillan por encima de toda imperfección, Amen.