En la Nube cósmica, alaba a Dios alma mía - 10/08/2014
Seguía en misa, al final del sermón quede en silencio interior se desplegó una experiencia:
"Me sentí transportado fuera del lugar, fuera de la tierra, vi una gran nube llena de Gloria Divina en el espacio, una nube cósmica se acercaba a la tierra con todo su poder y majestad. Veía desde la tierra como las nubes se desplegaban y empezaban a oscurecer el sol.
Vi como a vista de pájaro, una inmensidad de seres orantes adorando a Dios, haciendo genuflexiones de diferentes formas, muchos los veía de rodillas inclinados de cuclillas hasta inclinar la cabeza hasta el suelo. Vestidos de muchas formas según sus tradiciones y culturas, oraban en sus idiomas y formas de oración.
El miedo a la nube cósmica aterrorizaba a los seres humanos. Los justos orantes rezaban pidiendo misericordia Divina. Rezaban y alababan a Dios por los que no rezaban y los que no creían.
Al ver tan innumerable cantidad de seres rezando juntos a Dios me emocione profundamente. Aunque repartidos por la tierra y separados cultural y religiosamente, pero unidos por su amor y devoción al Único. Una onda de devoción humana envolvió la tierra cambiando la situación de desastre aparente que se acercaba. El cielo manifestó su compasión gracias a los justos fieles del planeta.
Benditos los orantes de la humanidad, gracias a ellos el cambio que provocará este evento en la humanidad será tan grande que el hombre volverá su mirada a Dios, a la Madre Divina.
En medio de la emoción de la devoción compartida, sentí la clemencia Divina, su misericordia y el amor profundo y perdón hacia la humanidad. Sentí la alegría invisible pero compartida de los justos orantes de Dios, ante la la presencia de Dios.
Esta ola cósmica de amor del Padre Celestial fusionará realidades, cayendose los velos de la visión y la percepción, cambiando para siempre la posibilidades de avance para la humanidad.