
En septiembre todo habrá pasado
En la oración de la coronilla de la misericordia, así durante un rato hasta que visualizo a Jesús vestido de blanco, con una túnica con ribetes dorados. El sale de una puerta ojival entreabierta, muy grande serigrafiada en oro, muy bella. De la puerta se entrevé la luz inmensa que existe al otro lado, de ella salen y entran seres de luz que por lo que comprendo van en misiones de servicio.
Jesús se dirige hacia donde estoy, abre sus brazos y me invita a entrar con un gesto de sus brazo.
Al
mismo tiempo otros seres caminan transversalmente a la escalera de
acceso a la puerta de forma agitada, rodeandonos, haciendo gestos y
hablando de forma altisonante, intentando llamar nuestra atención.
Jesús me dice:
"no hagas caso, no te despistes, son seres y eventos pasajeros,
centrate en mi, entrégate a mí, ese es el camino. Todo esto
(refiriéndose a muchos aspectos de la vida) no tiene importancia y en
Septiembre todo habrá pasado. Espera en la oración."
Ya
en abril y mayo, durante las meditaciones oi varias veces "Preparate
para agosto", "Espera en la gracia", "Espera en la oración".
Hoy
he recibido la certeza de la presencia viva y vital del Cristo redentor
en los primeros días de agosto, como un evento de gracia y purificación
que posiblemente muchos no percibiran como tal. Muchos no entenderán.
Esta
presencia del Corazón Crístico nos dará una oportunidad para redimir y
resolver diferentes tendencias y males en aquellos entregados a su
corazón.
Los
muchos llamados resonaran con esta presencia que será casi física en
algunos lugares. Ésta llamada a la hora Crística reverberará en muchos,
pero no todos comprenderán en medio de los acontecimientos del momento
en sus vidas y en el mundo.
Por eso me dijo: "No prestes atención al ruido".
Creo que tiene algo que ver como cuando lo vi sumido en una onda que abrazaba al planeta y a todos los seres.
Lo normal es que miremos fuera de nosotros a ver si está ocurriendo algo visible, audible, .....
Cuando la mayor parte de las veces, es la Joya Divina en nuestro corazón, la que se rebela ante la mirada interna del buscador.
Buscando
que el mundo cambie, vamos dejando olvidados los cambios que debemos
hacer en nosotros mismos y sin esta transformación, el mundo no
cambiará. olvidamos darle tiempo y espacio a la oración silenciosa, a la
devoción íntima del corazón en medio de un mundo que nos intenta
aprisionar en la prisa, adormecidos en medio del movimiento y el caos.
"Entregate a mi, adorame sólo a mi, soy tu único alimento", son frases de EL, que me elevan en vuelo ligero a confiar en su voluntad y a tener esperanza que esta preciosa oportunidad nos llene de alegría y en íntima comunión, la experiencia alcance a muchos y que sea "lo que Dios quiera".
6/07/2015