Como vivimos como real una proyeccion desde el alma. Un sueño con Sai Baba - 17/09/2011
Me
despierto recordando vívidamente este sueño: Ante una pantalla plana,
estamos sentado en un banco sin respaldar, Sai Baba, E. y yo. Baba me
toca por detrás y me dice que vaya con el. Nos levantamos y voy con él.
E. se queda sentada mirando la pantalla donde se escenificaba un drama.
Salimos
por una puerta y caminamos mientras hablamos Sai Baba y yo, no recuerdo la
conversación. Paramos la esquina de un edificio que tiene una puerta
giratoria, se dirige a un joven que tiene una mochila en la espalda, le
habla implorandole que vaya con él ( creo que le esta diciendo que
vuelva a la vida espiritual que ha abandonado).
Sai
Baba parecía una madre dolorida, suplicando a su hijo que no la
abandonara. Traslucía el dolor por el abandono del amado devoto que
acababa de interpelar.
Seguimos caminado y alcanzamos
una explanada, con distracciones de feria. SB me dice señalando un banco
largo pegado a una pared: " Vete allí y espera (no hagas nada,
sobreentendí)". Me senté en el largo banco de madera sin respaldar.
Estoy sólo, delante de mi, varios espectáculos de feria, al principio me
parecían normales, pero observo varios detalles que me llaman la
atención.
En una había una pantalla gigantesca y
varias filas de jugadores como en un cine, pero cada jugador estaba
sentado en un artilugio diferente, que le hacia creer a cada uno que
estaba ejecutando una acción, como por ejemplo: Una mujer joven estaba
sentada en una silla que se movía como un caballo y en la pantalla se la
veía muy feliz montando a caballo, corriendo por un prado, pero ella
estaba sentada en un atril e imaginaba lo que veía.
Otra
estaba sentada como en una estructura de coche y conducía un deportivo
por una carretera. No estaba en ningún vehículo, movía las manos como si
tuviera un volante en las manos, pero sus manos estaban vacías. Como en
un juego de ordenador conducía por una carretera con sus paisajes llena
de felicidad.
Cada espectador miraba en la misma
pantalla pero lo que experimentaba cada uno era lo que imaginaba. Cada
vez que miraba a uno de los espectadores podía ver lo que imaginaba
proyectado en la misma pantalla.
Frente al asiento
donde estaba sentado había otro grupo de juegos donde los espectadores
estaban ante películas dramáticas llenas de situaciones dramáticas. Los
espectadores emitían emociones muy intensas de diferente tipo.
Al
observar atentamente me di cuenta de que estaban hipnotizados ante las
dramatizaciones de sus vidas, creían que eran reales y les afectaban
como si lo fueran. Se sobresaltaban, sufrían, temían y se alegraban
según lo que las pantallas mostraban, aunque ellos estaban a salvo.
Me
aburrí de ver todo esto, mire a la izquierda y había una puerta. Me
levante y entré. Era una habitación como de 4m de lado con estanterías
del suelo al techo con puertas y llenas de libros antiguos. En el centro
había una vitrina baja con cristales y libros abiertos, como en un
museo. Todo tenía el aspecto de ser muy viejo.
En la
parte inferior de las vitrinas de libros pegadas a la pared había
puertas de madera, fui girando alrededor de la habitación y cerca de la
salida, una mujer joven vestida con ropas sueltas como de Sari o similar
salió con mi ayuda del ropero y ahí terminó el sueño.