Ven fúndete, en Mi - 8/5/2016
Vamos a misa a la iglesia del Cristo oficiando durante las lecturas me veo envuelto por una luz intensamente violeta, lleno de matices más claros.
Por encima de nosotros un coro de seres celestiales
sentados en círculo, más de diez, de los cuales solo podía ver claramente a la
Virgen María, vestida de blanco y envuelta en un manto marrón, a su lado dos
seres que no distinguí bien. Uno de ellos con una banda celeste que le cruzaba
lateralmente su blanca vestidura.
Me hablaron: “estamos muy contentos con E.”.
Detrás de nosotros unas cinco filas más atrás como a 3
metros de altura había un grupo de almas muy vitales y brillantes. Volví a oír
la voz de los que acompañaban a la Virgen que me decían: “hoy ellos tres serán
consagrados”.
Mientras tanto una luz blanca atravesando el círculo
de seres celestiales lo iluminó todo y una voz que venía de más alto y más
fuerte me hizo mirar hacia arriba y vi a Jesús glorificado que me habla: “ven
conmigo, fúndete en mí”. Entre mi conciencia y Jesús había una luz azul, por la
que me sentí atraído y embriagado fuertemente en la presencia del maestro.
Mi corazón respondió: “cómo voy a hacer esto señor,
tan pecador como soy”, me sentí avergonzado y pequeño, pidiendo perdón por
todos los errores cometidos, me creía poco digno de esa invitación, emocionado
salí de misa, dándome cuenta que mis tontos errores y culpabilidades reales o
imaginarias me alejaban del Siii que todo mi ser gritaba.