La oración del corazón

 La oración del corazón  -  14/12/2015

 
La oración del corazón es un método muy antiguo que aparece en todas las religiones, consiste en experimentar que cuando uno está rezando lo hace dirigiéndose mental y emocionalmente al propio corazón donde el Dios único experimenta en y con nosotros. Antes miraba al cielo para orar, ahora también pero centro la atención en el corazón.

En cada corazón se está manifestando el ser supremo, experimentando y llevándonos a un nivel más alto de perfección, amor y misericordia.

En el silencio de la mente y en el silencio de nuestro/su corazón, ingresamos en el espacio de comunicación directa con Dios, ahí en ese vacío plenitud, en ese desierto silencioso en medio del caos, él se descubre a sí mismo en ti, la misión para la que estás aquí.


Este silencio interior pleno abre las puertas a los reinos de la luz latentes en el átomo divino del corazón, se abren las puertas a la adaptación a la gracia que está impregnando todas las dimensiones, por el deseo intenso del altísimo de revelarse a todas sus criaturas.

Esta onda de gracia se une al intenso deseo y oración del buscador de Dios, removiendo las imperfecciones y las manchas en las vestiduras del ser.

La personalidad experimenta el dolor, el cambio y la pérdida, como un ejercicio de purificación necesario para que las coronas radiantes del corazón y la coronilla irradien y reflejen las radiaciones celestiales recibidas por el que busca y es buscado y llamado.

El uno refleja su presencia a través de su criatura, irradiando su amor, luz y poder a través de la humildad, la pureza y la oración del buscador que halla lo buscado en sí mismo, en el espacio infinito del amor en su corazón.

El amor desinteresado y la negación de sí, construirá la fortaleza del silencio interior.

El amado irradiará su presencia en todas direcciones revelándose como el eterno conductor.

El código GNA ya está en los planos superiores del ser y se manifestará según evolucione el Cuerpo de Luz y las capacidades multidimensionales que se desarrollen en cada uno.

Todo está ya dentro de nosotros, esperando desplegarse. Los velos sobre la conciencia que ocultaban lo que se desvelará, revelaran que todo ocurre como un reflejo de lo que se escenifica en nuestro corazón.  

Nuestra conciencia externa se irá apagando junto con nuestra personalidad…. al mismo tiempo que nuestra naturaleza infinita se mostrará en su belleza.

Ese es el secreto poderoso de la oración al ritmo del corazón, al rezar por los demás, por la paz, nos unificamos y armonizamos por resonancia y afinidad al corazón de creador.

Esta resonancia con el creador abre las puertas de los reinos superiores dentro de este mundo, convirtiéndose la vida en una experiencia multidimensional en el seno de la Presencia de nuestro ser en el Ser omnipresente.

El Cuerpo de Luz, de cristal o diamante como quieran llamarlo es el soporte multidimensional, divino e inmutable del Silencio.

Ya deben haber muchos mutando junto con la gracia que desciende, el cambio de frecuencia, y la acción de los UV.

Los cambios en el Sol y la llegada del tiempo de la purificación-redención-ascensión-renacimiento aceleran los procesos para abandonar nuestros esquemas, sistemas y apegos.

Abandonarse al silencio, al no proyectar, no hacer nada que nos apegue a esta realidad en disolución. Mantenernos en este mundo sabiendo que no somos de este mundo. En la espera de las Almas por la liberación, el corazón en cambio irradiará el fuego del amor incondicional.

El Aviso y la llamada de las trompetas a la interiorización y al silencio en medio del caos. Nos llevaran a la disolución de la memoria de lo fútil.

La madre del universo como estrella incandescente en medio del Silencio nos preguntará ?...