No llames a esa persona nunca
más - 14/04/2015
Veíamos la televisión por la noche, de repente delante de la televisión aparece Jesús (su cabeza) y me dice imperiosamente "No llames nunca más a esta persona". Se refería a un directivo de una empresa con la que estaba haciendo una negociación de trabajo.
Llevaba un mes negociando con ellos y dentro de mi había grandes resistencias a abandonar la negociación, asi que mi mente argumento astutamente y me deje engañar o me auto engañe más exactamente y seguí con la negociación, desobedeciéndole.
Lo cierto es que a las dos semanas lo que parecía un gran triunfo se convirtió en un estrepitoso fracaso y pérdida de tiempo.
Nunca había aprendido tan impactantemente a obedecer y como nos resistimos a ceder y a convertirnos en más dócil para la voluntad divina.