Un universo de Amor y Esperanza

Un universo de Amor y Esperanza
18/4/2018
Me despierto sobre las 3:30 con un sueño muy lucido.
Subía caminando por un monte de crestas onduladas, pocos árboles y helechos secos, subía despacio como si disfrutará de cada paso.
Llego a una loma ondulada dónde hay varios jóvenes varones con capa y  capucha terminada en pico.
Delante había una mujer sentada en el suelo, en oración, también tenía capa y capucha pero tenía la cabeza al descubierto. Estaba en una de posición de genuflexión como quien espera.
Me acerque a los jóvenes y esperé con ellos con reverencia y oración. Sabía que venía Jesús.
Había una niebla que iba y venía y no se veía mucho más allá de donde estábamos.
Me sentía en un estado de lucidez silenciosa como cuando estás en un estado de conciencia meditativa. Espero sin espectativas. Soy consciente de nuestra mutua unidad.
Vemos a Jesús llegar, envuelto en una refulgencia tenue, surgiendo de entre la niebla. Habla sólo con ella, le tiende la mano y se aleja flotando entre la niebla bajando la colina.
Su aparición y desaparición me deja immutable, sereno  y lleno de amor por todo lo que me rodeaba.
Seguí caminando despacio y me aleje de los jóvenes subiendo el monte, me sentía en un estado de amor y libertad total en unidad con todo.
Cada movimiento y cada paso se convertía en vórtices de alegría interna que llenaban todo mi ser.
Era consciente de que el suelo que pisaba era una extensión del Padre Celestial, y que Él brillaba como un sol en mi corazón, que cada partícula de mi cuerpo vibraba en su presencia.
Mi sensación de paz era total, aunque no me dijo nada, lo lleno todo.
Pare en un claro del bosque y miré al cielo estrellado y vibrante.
Me sentí unido a todo el universo como si fuera parte de mí y yo de él.
Flotaba en la presencia y existencia de una conciencia Universal más allá de lo que podía entender.
El Padre Eterno palpitaba dentro de mí y vibraba en todo lo que me rodeaba, sentía que su presencia en mi, experimentaba esa experiencia de unidad con todo.
Dentro de mi algo muy profundo exclamaba Soy Libre, Soy Libre, Soy Libre, ....
Desperté y tarde mucho tiempo en recolocarme para la vida normal.
Ojala fuera capaz de vivir así, en medio de la conciencia ordinaria.